Cuatro de las nueve comunidades autónomas que forman parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) rechazan el plan de cuenca del Ebro presentado por el Ministerio de Agricultura, que genera fuerte controversia en las especificaciones relacionadas con los caudales mínimos ecológicos. País Vasco y Navarra se han sumado a Cataluña en su rechazo, y Valencia también muestra sus reservas. Pese a esa oposición, el documento cosechó 66 votos a favor, 19 en contra y dos abstenciones en la reunión del Consejo del Agua celebrada en Zaragoza.

El ministerio considera que su propuesta respeta los preceptos comunitarios, aunque no lo ve de igual forma Susanna Abella, portavoz de la Plataforma en Defensa de l’Ebre (PDE), que valora como un detalle clave ¿la ruptura del consenso”. Va en la línea con la opinión de la Generalitat, que lamenta que el Gobierno central haya desatendido la propuesta de caudales para el tramo final del Ebro que se consensuó entre todos los agentes implicados en la última reunión de la Comisión para la Sostenibilidad de las Terres de l’Ebre.

Escollos en Bruselas
La PDE tiene asumido que el plan terminará llegando al consejo de ministros en ¿un paseo militar” pero, tambien, que topará con un serio escollo cuando Bruselas analice el documento. ¿La UE exige consenso, y no lo hay”, razona la portavoz ecologista. En este sentido indica que ¿Europa no saca el látigo porque no lo necesita, es suficiente con que bloquee fondos y ayudas. Sin lugar a dudas, con este plan encima de la mesa, lo va a hacer”, avisa.

Font: El País