El exdirector de la empresa en Galicia, Henry Laíño, confiesa ante la juez De Lara que se empleó a un recomendado del excalde Sánchez Bugallo. Asegura que fichó a Ángel Espadas para que le “abriese las puertas” de las administraciones

Junto con Vendex, Aquagest es la otra empresa que centra buena parte de la investigación judicial desarrollada bajo el nombre de operación Pokemon. Y al igual que la primera, también realizaba la práctica de contratar a recomendados de cargos políticos comosupuesto pago de favores por la adjudicación de servicios municipales. Este comportamiento aparece reflejado en las conversaciones grabadas al antiguo director de Aquagest en Galicia y Asturias, Henry Laíño, y fue motivo de numerosas preguntas por parte de la juez Pilar de Lara en el extenso interrogatorio de nueve horas al que le sometió en abril del pasado año en los juzgados lucenses.

El punto de partida es una conversación telefónica de Laíño con su madre. Pilar de Lara se la recuerda: en ella, su madre le pide trabajo para un joven y el exdirector de Aquagest para el noroeste de España le responde que ya tiene “recomendados de políticos que dan negocio” y que por esa razón no puede meter a cualquiera. “Ya tengo muchos enchufados”, dice. Y aunque confiesa que tiene la plantilla “saturada de gente”, al final le hizo un hueco al recomendado de su madre.

Pero la juez se interesa por los enchufados procedentes de cargos públicos y le pregunta por un primo del exalcalde de Santiago Gerardo Conde Roa. “No me dijeron que era familiar”, se defiende Laíño en su declaración. No obstante, Conde Roa niega que él haya recomendado a alguien.

Pero los enchufes también implican supuestamente al PSOE, ya que la juez pregunta por otros recomendados del entonces alcalde socialista Xosé Sánchez Bugallo y del edil del PSOEBernardino Rama. El exdirectivo de Aquagest argumenta que él no enchufó “directamente” al mandado de Bugallo y que en cuanto al edil, que su hija llevaba ya muchos años trabajando en la empresa.

La juez quiso saber más datos del café que tomó con Bugallo y Rama -del que se tuvo conocimiento por otro pinchazo en el que además admitía que el recomendado del exalclade “ya está enchufado”- yLaíño respondió que fueron el exalcalde y el concejal quienes le pidieron tomar un café y que, en todo caso, el contrato ese en cuestión no lo hizo él, sino el delegado de Aquagest en Santiago, José Luis Míguez. Esta misma persona, tal como se recoge en los pinchazos telefónicos, le informó al edil socialista Luis Bello que en caso de producirse bajas en la empresa, se lo comunicará y que ya meterá para cubrir las vacantes a sus recomendados.

Esta práctica también se realizó en el concello de Ourense. En 2009 se integró en la plantilla de Aquagest Mercedes Astorga, la pareja del entonces alcalde Francisco Rodríguez. Y luego, fue la mujer de Henry Laíño, Paula Salgado, la que se hizo con la plaza de supervisora del servicio municipal de aguas en el Ayuntamiento de Ourense. Y también trabajó para Aquagest, hasta finales de 2011 en Oviedo, el hijo de Francisco Rodríguez, y la mujer de exalcalde socialista de O Carballiño Carlos Montes.

En Santiago, Aquagest tenía mucha confianza en Ángel Espadas, el jefe de gabinete de Conde Roa. Cuando este dimitió por fraude fiscal, Aquagest contrató a Espadas pero a través de otra empresa, Única, para evitar levantar sospechas. Por sus servicios le pagaban 3.100 euros netos al mes, y según los pinchazos, cobraría por objetivos. A Espadas se refería Laíño con el alias de “abrelatas” y reconoció ante la juez que lo llamaba así porque era el encargado de “abrir puertas” con las administraciones.

Espadas tuvo como encomienda gestionar sendas entrevistas con el alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, y el presidente de la Diputación, Diego Calvo. La reunión con Negreira se cayó dos veces por un problema de agenda del alcalde.

Font: Faro de Vigo