“El proceso de renovación de la política de aguas en el Estado español resulta frustrante”
El Observatorio de Políticas Públicas del Agua (OPPA) de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) presenta un Informe de Evaluación del Primer Ciclo de Planificación Hidrológica en el Estado español en aplicación de la Directiva Marco del Agua (DMA). Este informe OPPA es una evaluación “objetiva y crítica” que sintetiza los principales resultados contenidos en más de 25 informes específicos sobre las distintas demarcaciones hidrográficas y cuestiones transversales realizados por la red de miembros del OPPA.
A juicio de FNCA, resulta particularmente relevante en estos momentos, dado que el próximo 11 de noviembre representantes del Gobierno español y de la Comisión Europea mantendrán una reunión bilateral para evaluar el primer ciclo de planificación bajo las directrices de la Directiva Marco del Agua.
El informe destaca que el primer ciclo de planificación en el marco de la DMA se ha caracterizado en el Estado español por “una incorporación retórica del lenguaje de la DMA sin aproximación conceptual y metodológica a la misma ni efectos prácticos reales”. “Pese a los esfuerzos políticos del Ministerio de Medio Ambiente en el periodo 2004-2008 y del compromiso de algunos técnicos en las Oficinas de Planificación de determinados organismos de cuenca, se ha procedido a una actualización de los planes tradicionales de satisfacción de las demandas y fomento de obras hidráulicas a la que se yuxtapone ahora –de manera necesariamente incoherente– un plan de ‘cumplimiento de los objetivos ambientales de la directiva’, que no ha hecho variar las viejas inercias y, por tanto, no cumple la DMA”, explican.
“En definitiva –añaden–, el proceso de renovación de la política de aguas en el Estado español (2000-2014) resulta frustrante”. En la primera generación de planes hidrológicos “no hubo ocasión para la innovación debido a la premura final para aprobarlos antes de agotar su periodo de vigencia teórico (2015), manteniendo en líneas generales la orientación de los planes (de 1998) anteriores a la DMA”, lamentan.
Los planes de la segunda generación (2015-2021), según declaraciones de los responsables de planificación, no incorporarán variaciones sustanciales puesto que se acaban de aprobar los anteriores. “Así, si no se produce un cambio de rumbo radical, la política hidráulica del siglo XX se perpetuará en las dos primeras décadas del siglo XXI”, advierten desde FNCA.
Font: Diagonal
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